El feminismo es la teoría explicativa de la situación de subordinación de las mujeres dentro de los sistemas sociales como la teoría que investiga como se constituye el sujeto femenino a través del género. Es decir, se puede definir de varias maneras, pero todas tienen en común hacer visible a las mujeres y emanciparlas de la subordinación respecto al hombre.
Victoria Sau, (2001), en el volumen I de su “Diccionario Ideológico Feminista” lo define de la siguiente manera: “El feminismo, es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII –aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera.”
El feminismo en los países desarrollados ha dejado de ser una militancia, interpretada como lucha reivindicativa, con manifestaciones masivas, pancartas y simbología establecida, o un voluntarismo militante, para convertirse en una disciplina, con una genealogía, una historia, unos textos fundacionales, con diferentes corrientes y metodologías varias. En otros países en vías de desarrollo el Feminismo, como lucha reivindicativa, sigue vigente y a través de sus manifestaciones, escritos, denuncias, intentan hacer visibles las desigualdades, las injusticias de una mitad de la población sobre la otra.
En un principio fue una reacción frente a un mundo donde las mujeres no tenían existencia, un mundo de hombres, hecho por ellos y para ellos. Ellas sólo existían en el ámbito privado porque, el ámbito público sólo pertenecía a los hombres y eran excluidas de él. Vivían para lo que sucedía dentro de la casa y el mundo exterior no era un mundo para ellas.
Feminismo no es un fenómeno nuevo porque existe desde la antigüedad, es decir, desde los tiempos más remotos había mujeres
Representaban los roles asignados por la creencia imperante según la cual, las mujeres deben vivir para el hombre y por el hombre. Prueba de esta afirmación es la frase de Rousseau: "toda educación de las mujeres debe de estar referida a los hombres. Agradarles, serles útiles, hacerse amar y honrar por ellos, criarles de pequeños y cuidarles cuando sean mayores, aconsejarles, consolarles, hacerles la vida agradable y dulce: éstos son los deberes de las mujeres de todos los tiempos y lo que ha de enseñárseles desde la infancia".
La palabra “Feminismo” empezó a emplearse en el siglo XIX, en Francia, como sinónimo de la emancipación de la mujer. El movimiento sufragista y los ideales del socialismo fueron decisivos para el Feminismo, y así aparecen nombres como Concepción Arenal, Rosa Luxemburgo, Alexandra Kollontai, etc. Estas corrientes de pensamientoexigieron el derecho al voto para la mujer, derecho a la educación superior y derecho a ejercer las mismas profesiones que el hombre.
En la primera guerra mundial, la presencia de las mujeres en el ámbito público fue decisiva para este movimiento, pues ejercieron tareas antes solamente realizadas por los hombres; al ejercer estas tareas, al desarrollarlas bien, demostraron sin necesidad de pregonarlo, que las mujeres estaban preparadas para poder participar en la vida activa adquiriendo mayor peso social, y desde ese momento, se abrió la puerta del mundo privado hacia la participación en el mundo público.
Después de las dos guerras mundiales se produjo un descanso en la lucha del movimiento feminista, hasta entonces muy fuerte, porque al conseguir el voto en algunos países, y ver su participación en la sociedad, consideraron los objetivos iniciales alcanzados.
Pero, en 1949, Simone de Beauvoir, unida sentimentalmente a Jean Paul Sastre, publica “El segundo sexo.” Este libro fue el punto de salida para múltiples autoras y surgen varias corrientes dentro del llamado Feminismo. En el libro, la autora hace una reflexión personal acerca de su propia concepción de mujer, con una clara defensa de la igualdad de las mujeres y la capacidad para participar en política, economía, en la cultura y en la ciencia.
El impacto de este libro dio lugar a diferentes organizaciones y corrientes feministas, así como el lograr del derecho al voto. Pionero de estas corrientes fue el fundado por Betty Friedan, llamado Nacional Organization for Womwn (NOW), o autoras como Valerie Solanas, Carla Lonzi, Lidia Falcón. La primera edición del libro “La mística feminidad” de Betty Friedan en castellano fue de 1965, con prólogo de Lily Álvarez, cuyo mensaje central era que algo pasaba en las mujeres norteamericanas, porque a pesar de estar felizmente casadas, sin problemas económicos, con hijos sanos, tenían una asfixia interior que las anulaba, y necesitaban romper esas cadenas para buscar su propia identidad. Desde él se fomenta la participación activa de las mujeres en la sociedad para escapar de los viejos roles que tenían asignados en la sociedad patriarcal. El modelo de mujer propuesto se basa en que la mujer y el hombre tienen los mismos derechos y por lo tanto, en el plano personal, tienen derecho al goce de su propio cuerpo, al aborto, y se produce una clara devaluación de la maternidad.
En las sociedades griegas aparecen algunas historias relacionadas con el Feminismo como es el caso de las “amazonas”, mujeres que vivían sin la opresión de los varones, donde los papeles y los roles en la sociedad estaban invertidos.
También se puede mencionar el caso de Sofo de Lesbos, poetisa, maestra de mujeres en artes y letras, y por el hecho que mantuviese relaciones sexuales con algunas de ellas, ha dado nombre a la opción sexual llamada lesbianismo.
Pero a parte de hechos anecdóticos, de vital importancia porque identifica este movimiento con las mujeres desde los tiempos más remotos, el Feminismo teórico arranca con las aportaciones sobre la visibilidad de las mujeres y la denuncia de la misoginia, siendo percusoras de este movimiento Chistine de Pizán, en el s. XV- XVI, o Marie de Gournay en el XVI.- XVII; pero estas ideas morían con ellas y no calaban en la sociedad de su tiempo, porque ellas seguían representando su papel en lo privado y sólo en lo privado, aunque como un fermento oculto ha calado en las futuras generaciones de mujeres, y su labor ha perdurado a través de los tiempos.
El primer feminismo como hoy se conoce, nace en el s. XVIII con figuras como Olympe de Gouges que redactó la llamada “Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana” (1791) donde reclama la necesidad de la igualdad entre hombres y mujeres, o Mary Wollstonecraftt con su libro “Vindicación de los derechos de la mujer” (1792) con el espíritu de igualdad y emancipación.
Para situar adecuadamente el tema de la mujer en la actualidad, hay que partir del pensamiento ilustrado. Las ideas fundamentales, piezas angulares donde se sustenta este movimiento son: la defensa de la igualdad de todos los ciudadanos y las ciudadanas, la razón y la importancia de la educación como medio de liberación del sujeto humano. Igualdad y Educación, ejes fundamentales del pensamiento moderno.
Pero esa igualdad, basada en la razón y en la educación, no se aplicará a las mujeres, porque ellas eran simples espectadoras de esa revolución del pensamiento, no se les permitió la entrada a ese nuevo mundo, a ese trascendental cambio de mentalidad. Algunas, de manera singular lo consiguieron, pero era la excepción. En este momento se impondrá una mujer que atiende a todos los trabajos de la casa y del cuidado de los hijos e hijas para liberar a los hombres de las preocupaciones y tareas del ámbito privado para dedicarse exclusivamente a lo público. Seguía representando el papel asignado desde siglos. Esa explosión de ideas que liberaba a ser humano de esclavitudes no les alcanzó.
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