Los Espirales, ante La Mesa de Altos Estudios, construyen Turas. Horizontes que nos han conducido, "En Espiral", a lo inevitable: Este Blog.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Fulcanelli: "El misterio de las catedrales"
sábado, 11 de diciembre de 2010
NOTRE DAME Y LOS ALQUIMISTAS: A PROPÓSITO DE "NUESTRA SEÑORA DE PARÍS" DE VÍCTOR HUGO
En 1905, durante la construcción del metro parisiense, bajo los antiguos fosos de la Bastilla se encontró una estatua de Isis. La gran diosa negra cuyo culto expandieron las legiones romanas hasta las fronteras del imperio estaría en la etimología de la ciudad (Par-Isis, la barca de Isis). Lo cierto es que la isla de la Cité, vista desde el cielo, se parece a las barcas que en los albores de la historia surcaban el Nilo, en la “tierra negra” donde nacieron Hermes Trismegisto y el arte de transmutar en oro los metales viles.
Fulcanelli, el último alquimista célebre, dedicó su vida y su libro más imperecedero a desvelar el misterio cifrado en la catedral de Notre Dame. Su propia identidad está rodeada de misterio: para algunos, se trata de un oficial de ingenieros que colaboró con Eugène Emmanuel Viollet-le-Duc en la restauración de Notre Dame; para otros, del propio Jean-Julien de Champagne, que firmó las ilustraciones de El misterio de las catedrales. Cuentan que murió en 1932, en la buhardilla del 59 bis de la Rue de Rochechouart, cerca de la Gare du Nord, aunque muchos de los hechos relatados en sus obras ocurren después de la II Guerra Mundial, lo que alimenta la fantasía de que consiguió el elixir que brinda la vida eterna, cuya receta leen los iniciados en la fachada de la catedral.
Los masones medievales grabaron los símbolos de la doctrina hermética en los muros de las catedrales, que ejercieron su influencia sobre otras muestras de la arquitectura civil y religiosa: en la rive droite, detrás del Louvre, la iglesia de Saint-Germain l’Auxerrois, que sorprende con sus aterradoras gárgolas y una sugerente escultura de María la Egipcia; poco más al este, la de Saint-Merri y la de Saint-Martin-des-Champs. De la antigua iglesia de Saint-Jacques de la Boucherie hoy sólo queda la torre donde partían peregrinaciones a Santiago de Compostela. A pocos metros de la torre se cruzan dos calles con el nombre de Nicolas Flamel (quien encargó en 1389 la ejecución del pórtico de Saint-Jacques) y de su mujer, Perrenelle. Ocho calles más al norte, en el número 51 de la Rue de Montmorency, una placa escéptica reza: “Aquí vivió Nicolas Flamel, un rico burgués parisiense, feligrés de Saint-Jacques de la Boucherie, al que una leyenda tenaz quiere convertir en alquimista en busca de la piedra filosofal y del modo de convertir el plomo en oro”. Nadie niega, sin embargo, que Flamel dedicó toda su fortuna a la construcción de albergues para mendigos, hospitales y el cementerio de los Inocentes, en cuyo frontispicio hizo grabar un jeroglífico con las claves de la ciencia de Hermes, que él aprendió, según cuenta en su críptica y deslumbrante obra, del maestro Canches en León.
Los herederos de los templarios realizaban sus reuniones secretas cerca de la casa de Flamel, en el sótano del Conservatoire des Arts et Métiers, junto al gigantesco péndulo de Foucault (que hoy se encuentra en el Panteón); al menos según la imaginación de Umberto Eco. Igualmente delirante y verosímil a un tiempo es la idea de Dan Brown: el Santo Grial está enterrado en el vértice inferior de la pirámide del Louvre inaugurada en 1989. Transparente y enigmática, esta pirámide de reminiscencias egipcias está destinada a exaltar la imaginación con el mismo magnetismo que la gótica fachada de Notre Dame.
jueves, 2 de diciembre de 2010
"EL RELATO MÁS HERMOSO DEL MUNDO" DE KIPLING Y LA METEMPSICOSIS
RUDYARD KIPLING: "EL RELATO MÁS HERMOSO DEL MUNDO"
Are losing theirs and blaming it on you;
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;
If you can wait and not be tired by waiting,
Or, being lied about, don't deal in lies,
Or, being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise;
If you can dream - and not make dreams your master;
If you can think - and not make thoughts your aim;
If you can meet with triumph and disaster
And treat those two imposters just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to broken,
And stoop and build 'em up with wornout tools;
If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breath a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: "Hold on";
If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings - nor lose the common touch;
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run -
Yours is the Earth and everything that's in it,
And - which is more - you'll be a Man my son!
martes, 30 de noviembre de 2010
martes, 23 de noviembre de 2010
¿QUÉ ES EL FEMINISMO?: A PROPÓSITO DE "NADIE ME VERÁ LLORAR" DE CRISTINA RIVERA GARZA
EL MARQUES DE SADE Y EL CONCEPTO DE VIRTUD: "JUSTINA"
domingo, 21 de noviembre de 2010
Hibridismo y otredad en Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza
La vainilla es una orquídea, ¿lo sabía? Xanat. Yo he hablado con ella, conozco todos los secretos de sus vainas. Su voz es de mujer. Sólo de olerla, aún de lejos, puedo distinguir si es cimarrona, mestiza, mansa o de tarro. […] La vainilla, aunque se alimenta de su raíz, necesita, como las mujeres, de un árbol sostén para enredarse en él y no morir. (66-67)
–Me voy a matar, Matilda.Cuando lo ve incorporarse de la silla, ella se queda sentada. Después, la figura masculina cruza el umbral de la puerta y, desde allí, la mujer ve cómo su cuerpo avanza y se empequeñece en la distancia. Más tarde sólo puede avizorar su sombrero tras las lomas y luego ya no ve nada. El cielo sobre Catorce es azul cobalto. Cuando escucha los ecos lejanos de la explosión hay tres estrellas sobre su cabeza. Detrás, donde no puede verla, la circunferencia de la luna llena es anaranjada. (208)
"TETRÁLOGO DEL CRACK" POR PEDRO ANGEL PALOU
1.
Las novelas del Crack no son textos pequeños, comestibles. Son, más bien, el churrasco de las carnes: que otros escriban los bistecs y las albóndigas. A la ligereza de lo desechable y de lo efímero, las novelas del Crack oponen la multiplicidad de las voces y la creación de
mundos autónomos. Primer mandamiento: "Amarás a Proust sobre todos los otros".
2.
Las novelas del Crack no nacen de la certeza, madre de todos los aniquilamientos creativos, sino de la duda, hermana mayor del conocimiento. No hay, por ende, un tipo de novela del Crack, sino muchos; no hay un profeta, sino muchos. Cada novelista descubre su propio pedigrí y lo muestra con
orgullo. De padres y abuelos campeones, las novelas del Crack apuestan por todos los riesgos. Su arte es, más que el de lo completo, el de lo incumplido. Segundo mandamiento: "No desearás la novela de tu prójimo".
3.
Las novelas del Crack no tienen edad. No son novelas de formación, y rehúyen la frase de Pellicer: "Tengo años y creo que el mundo nació conmigo". No son, por ende, las primeras novelas de sus autores, tentaciones de la autobiografía, del primer amor y del ajuste de cuentas familiar pesan por sobre todas las cosas. Si la posesión más preciada del novelista es la libertad de imaginar, estas novelas exacerban el hecho buscando el continuo
desdoblamiento de sus narradores. Nada más fácil para un escritor que escribir sobre sí
mismo; nada más aburrido que la vida de un escritor. Tercer mandamiento: "Honrarás la
esquizofrenia y escucharás otras voces; déjalas hablar en tus páginas."
4.
Las novelas del Crack no son novelas optimistas, rosas, amables; saben, con
Joseph
Conrad, que ser esperanzado en sentido artístico no implica necesariamente creer en la
bondad
del mundo. O buscan un mundo mejor, aunque sepan que tal vez, en algún lugar que no conoceremos, tal ficción pueda ocurrir. Las novelas del Crack no están escritas en ese nuevo esperanto que es el idioma estandarizado por la televisión. Fiesta del lenguaje y, por qué no, de un nuevo barroquismo: ya de la sintaxis, ya del léxico, ya del juego morfológico. Cuarto mandamiento: "No participarás en un grupo en que te acepten a ti como miembro".