jueves, 7 de enero de 2016

El Cantar de Roldán. Análisis





1. Resumen del argumento

Primera parte: La traición.

En siete años Carlomagno ha conquistado toda España excepto Zaragoza, ciudad que rige el rey Marsil. Para su tranquilidad Marsil ofrece a Carlomagno riquezas y tesoros para que vuelva a Francia y le promete seguirle para hacerse cristiano.
Roldán, sobrino de Carlomagno, rechaza la propuesta pero Ganelón, padrastro de Roldán expone que hay que acceder a la proposición de Marsil. Entonces se decide mandar una embajada hasta Zaragoza; Roldán propone a Ganelón y Carlomagno acepta.
La osadía de Roldán y el peligro de la misión enfurecen a Ganelón, quien decide tramar junto a Blancandrin y Marsil la muerte del joven Roldán. De esta forma, se determina que Marsil envíe –junto al embajador– valiosos presentes a Carlomagno y rehenes para garantizar su lealtad. Complacido, el emperador volvería a Francia con sus huestes, dejando a Roldán, Oliveros y a los doce pares en la retaguardia, blanco fácil de los moros. Esa misma noche,
Carlomagno tiene dos sueños que pronostican el desastre de la campaña de retorno.

Segunda Parte: La batalla de Roncesvalles.
Marsil reúne en Zaragoza un ejército de cuatrocientos mil hombres comandados por doce pares que proclaman bravatas contra Roldán y los franceses, a los que esperan atacar en Roncesvalles. Oliveros oye el estruendo y ve como los sarracenos se aproximan, comprendiendo así que Ganelón los ha traicionado; pide a Roldán que haga sonar su olifante, para que lo oiga Carlomagno y acuda a socorrerlos.
Roldán se niega, porque hacerlo sería una cobardía, en su lugar prepara a los suyos para la batalla exhortándolos a resistir. El primer ataque finaliza con la muerte de los pares sarracenos y de muchos guerreros francés. Ante este panorama, Roldán hace sonar el olifante y al reprochárselo Oliveros, le dice que lo hace para que Carlomagno pueda admirar su heroísmo.
Ya en Francia, Carlomagno oye el sonido del olifante y retrocede hacia Roncesvalles tras aprehender a Ganelón, que debe esperar a ser juzgado. Entretanto, Roldán lucha contra Marsil, le corta la mano y mata a su hijo; Oliveros es herido mortalmente y muere en los brazos de Roldán y el arzobispo Turpín, que ha luchado contra cuatrocientos sarracenos, bendice los cuerpos de los doce pares y muere a los pies de un árbol. Solo y consciente de una muerte cercana, Roldán intenta romper su espada Durandarte pero solo consigue esconderla.
Tras hacer su confesión y con el rostro vuelto hacia España, ofrece su guante a Dios y muere.
Carlomagno llega a Roncesvalles y al ver el gran desastre emprende la persecución del resto del ejército de Marsil, tras solicitar al cielo que se alargue la noche para alcanzar a los sarracenos que huyen hacia Zaragoza. Una vez derrotadas las tropas de Marsil y de vuelta en Roncesvalles, informan a Carlomagno que debe enfrentarse a las huestes del rey Baligán. La gran batalla acaba con un combate singular entre el emir y el emperador; Carlomagno, animado por la aparición de San Gabriel mata a Baligán, para luego destruir los ídolos y templos paganos de Zaragoza y ahorcar a todos los sarracenos que no quieren recibir el bautismo.
Después de la campaña, Carlomagno decide retornar a Francia con los restos de Turpin, Roldán y Oliveros para juzgar a Ganelón. Tras una larga deliberación, los barones del imperio deciden que Ganelón es inocente. Sin embargo, una acusación particular deriva en un combate en el que el campeón de Ganelón, Pinabel de Sorenza es derrotado por Terrín de Anjou partidario de Roldán. En el acto Ganelón es descuartizado por cuatro caballos.
Cuando ha acabado todo, a Carlomagno se le aparece el ángel Gabriel que le ordena, en nombre de Dios, socorrer al rey Iván, en Infa, sitiado por los paganos. El emperador que no quiere ir, exclama, llora y se mesa las barbas, acabando así la gesta.


2. Idea central de la obra

La obra busca exaltar la figura del héroe en sus distintas etapas, ya sea como rey o guerrero, vasallo o señor, religioso o seglar trascendiendo los límites de la historia para convertirse en un símbolo nacional. Roldán es presentado como el ideal del caballero francés de la época, que en las puertas de la muerte sigue guardando fidelidad a su rey, a su patria y a su religión.
Mientras que Carlomagno es presentado como el ideal del señor medieval, preocupado por el bienestar de sus siervos, por la expansión de su nación y de su cultura.


3. Temas

Principal.
El autor de la Chanson de Roland desarrolla las virtudes de un héroe nacional (sobriedad, desinterés, confraternidad, religiosidad, valentía, actitud justiciera, respeto por el vínculo del vasallaje, honradez y búsqueda de gloria) a partir de los distintos personajes del poema y de las decisiones que estos toman ante situaciones extremas.

Secundarios.
Los versos del poema describen la guerra santa, los conflictos internos en el seno del poder y las relaciones en la corte. Además dan un preámbulo bastante detallado de lo que posteriormente vendría a ser la caballería.


4. Personajes

Existen varias interpretaciones sobre la representatividad de los personajes y personalidades que componen el Cantar. La tradición cristiana precisa la identificación de los doce pares con los doce apóstoles, de Ganelón con Judas y a comparar Roldán con Cristo al convertir su muerte en un acto simbólico de sacrificio, valor y compromiso. Al mismo tiempo se puede contrastar a Roldán, Oliveros y Carlomagno con los grandes héroes de la épica clásica como Eneas, Aquiles o Hércules, por el valor demostrado en las tareas que son forzados a cumplir y sobre todo porque ejemplifican al guerrero ideal. (Varios estudios desarrollan la hipótesis de que en conjunto, los tres personajes e incluso Ganelón, componen la imagen universal de héroe medieval). El contexto social del autor, es decir, el mundo feudal también se ve reflejado en Carlomagno, Roldán y el Arzobispo Turpín como representaciones de la monarquía, la milicia y el clero, así como las relaciones que existen entre estos. De esta forma se puede describir a cada uno de los personajes del Cantar como:

Carlomagno (Carlos) es el gobernante de la cristiandad y de los francos. Su posición le proporciona una relación especial con Dios, manifiesta en milagros, sueños premonitorios y enviados especiales que lo protegen y sirven en la lucha. Carlomagno es un rey feudal tipo, atento a los consejos de sus compañeros y amoroso con sus vasallos.
Roldan personifica la lealtad, la fidelidad y la dedicación a la causa. Se le atribuyen todas las cualidades de un buen vasallo como el honor, el coraje y el sacrificio. Es el héroe indiscutible de la canción, pero a menudo se critica su orgullo y exceso de confianza.
Oliveros es el compañero, el hermano en armas de Roldán que encarna la sabiduría.
Arzobispo Turpin representa la religión cristiana. Es un prelado guerrero que prefigura los monjes soldados cuyas órdenes se crearán en la primera mitad del siglo XII. Como clérigo es sabio, caritativo y compasivo, asumiendo plenamente sus funciones eclesiásticas: da sepultura cristiana a los muertos, predica, bendice y absuelve a sus compañeros antes de la batalla. Como caballero es uno de los mejores del ejército franco. Turpin es una figura histórica que no tuvo ninguna relación con la expedición española. Turpin (o Tilpin) fue un monje de Saint-Denis y obispo de Reims (756 d. C.) que murió diez años después de la catástrofe de Roncesvalles
Ganelón es el traidor, a través de sus acciones suceden las desgracias. Para algunos autores representa la paz, al contrario que Roldán, que representa la guerra; para otros ejemplifica al vasallo dispuesto a olvidar la causa de su señor por seguir sus intereses personales. Este terrible error le costara la vida, pues la falta de solidaridad hacia su señor y compañeros es una contradicción en el mundo feudal y épico.
Los 12 pares. Carlomagno está rodeado por doce compañeros como Jesús y sus apóstoles. En la tradición épica los doce que acompañan al rey varían en cada texto. Se logra identificar a Roldan, Oliveros, Gerin y Gérier, Berenger y Oton, Sansón y Anseïs y Ivoire e Ivon como los hombres que murieron en Roncesvalles. Originalmente los doce pares fueron los condes del palacio y seguidores del rey. El término pares ha llegado a significar los nobles del reino, iguales entre sí por sus títulos de nobleza, que estaban unidos por el rey sin servicio de enlace en particular. En el bando opuesto -el de los sarracenos-, también gobiernan 12 pares guerreros.
Marsil. El personaje se usa para resaltar las cualidades del emperador franco. A pesar de que en el Cantar se reconoce su astucia en el campo de batalla, es herido en la mano derecha –la que sostiene la espada– como símbolo de cobardía. Ante todo, Marsil representa el mal y para corroborar esta idea, al morir, su alma reencarna en demonios.
Baligant es una figura mítica que representa la amenaza pagana a los reinos fabulosos y ricos del Este y es el opuesto de Carlomagno en la lucha. Aunque se le reconoce sus capacidades como gobernante, astucia y lealtad, también se resalta su soberbia al gobernar.
Blancandrin es el embajador sarraceno dotado de una imagen negativa y cínica. Es quien convence a Ganelón para que cometa la traición.


5. Estructura interna

Para describir la autoría de un único poeta y la originalidad de la versión de Oxford, Riquer en 2009 demostró que la Chanson de Roland se divide en cuatro partes inter-relacionadas.
La primer parte (versos 1 - 847) narra la traición de Ganelón;
la segunda (versos 848 - 2396) relata la derrota de la retaguardia franca infringida por los sarracenos en Roncesvalles, como consecuencia de la traición anterior;
la tercera parte (versos 2387 – 3674) cuenta cómo Carlomagno vence al ejército musulmán y da muerte a Baligant en represalia de lo ocurrido en Roncesvalles;
la cuarta parte (versos 3675 – 40002) narra el juicio y castigo de Ganelón.

Así, la composición del Cantar surge del encadenamiento de sucesos y de las consecuencias producidas por las acciones de sus protagonistas. El delito de Ganelón en la primera parte, se castiga en la última parte y a la derrota militar de la segunda parte, corresponde la victoria de la tercera parte. La batalla de Roncesvalles marca la mitad del relato y, hasta este punto, solo hay desdichas para el bando franco: Para perder a Roldán, Ganelón traicionará a su rey y los sarracenos matarán a Roldán en Roncesvalles”, pero desde este momento la suerte se invierte: Para vengar a Roldán, Carlomagno derrotará a los sarracenos y para hacerle justicia hará juzgar y condenar a Ganelón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.