martes, 6 de diciembre de 2011

Los celtas: Orígenes




¿Quiénes son los celtas?

“Infundía también terror la vista y movimiento de los que se hallaban desnudos en la vanguardia, ya que sobresalían en robustez y bella disposición. Todos los que ocupaban las primeras cohortes estaban adornados de collares de oro y manillas; a cuya vista los romanos, ya se sobrecogían, ya estimulados con la esperanza de rico botín, concebían doblado espíritu para el combate. Después que los flecheros romanos avanzaron al frente, según costumbre, para disparar espesas y bien dirigidas saetas, a los galos de la segunda línea les sirvieron de mucho alivio sus sayos y calzones; pero a los desnudos de la vanguardia, como sucedía el lance al revés de lo que esperaban, este hecho los colocó en grande aprieto y quebranto. Porque como el escudo galo no puede cubrir a un hombre, cuanto mayores eran los cuerpos, y éstos desnudos, tanto más se aprovechaban los tiros. Finalmente, imposibilitados de vengarse contra los que disparaban, por la distancia y número de flechas que sobre ellos caía, postrados y deshechos con el contratiempo, unos furiosos y desesperados se arrojaron temerariamente al enemigo y buscaron la muerte por su mano, otros se refugiaron a los suyos, hicieron público su temor y desordenaron a los que estaban a la espalda. De esta forma fue derrotada la altivez de los "Gesatos" por los flecheros romanos. Lo mismo fue retirarse los flecheros y salir al frente las cohortes, que venir a las manos los insubrios, boios y tauriscos, y hacer una vigorosa resistencia. Cubiertos como estaban de heridas, mantenía a cada uno el espíritu en su puesto. Sólo había la diferencia que eran inferiores, tanto en general como en particular, en la estructura de las armas.” Polibio, Historias I, II, VIII.



El concepto de “celta”

Los celtas fueron siempre un pueblo de estirpes guerreras. En el combate eran encarnizados y su modo de vida, de carácter sobrio y militar, fue admirado por muchos y temido por casi todos. Sin embargo sabían también disfrutar de la paz.

La cultura celta no puede considerarse una unidad política pero si había rasgos en común entre las diferentes tribus que las dotaban de una cosmovisión basada en la independentista de las estirpes y la igualdad. A este respecto hay que decir que los lugares de asentamiento tampoco fueron fijos.

Su religión, que es admirada incluso hoy en día, sea quizás uno de estos rasgos que les dota de unidad. Así no es muy diferente hablar de las tribus gálatas de Anatolia que de las irlandesas.

Lo cierto es que los pueblos llamados celtas, galos o galatas se extienden durante un basto periodo de tiempo un territorio que abarca casi la totalidad de Europa y Asia Menor. En todos estos territorios dejaron unas huellas a partir de las que haciendo uso de la arqueología nos es muy fácil reconstruir el modo de vida cotidiana de estas sociedades, con las variaciones de cada zona.

Si hay que aclarar que la visión que se tiene hoy en día de los celtas es en ocasiones muy diferente a la realidad. Las razones para esto son diferentes, desde los primeros estudios que se hicieron por parte de los autores clásicos, a los medievales, y llegando sin demasiado problema a la actualidad de las religiones llamadas neopaganas que adulteran en cierta medida el conocimiento sobre estas sociedades.

Los celtas eran realmente un pueblo de origen indoeuropeo, con una gran variedad de lenguas (a pasar de que todas guardan un origen común) y unos rasgos culturales, antropológicos, artísticos, guerreros y técnicos muy similares entre si, lo que se explica precisamente por el origen compartido.

A medida que las diferentes estirpes celtas fueron separándose de este tronco común los rasgos se modificaron creándose las diferentes ramificaciones. Estas diferentes familias fueron las encargadas de conquistar los bastos territorios que terminaron perteneciéndoles. En estos territorios se dio el choque con las culturas nativas de los mismos, lo cual también ayudo a la transformación y moldeamiento de las diferentes estirpes.

Los celtas tenían una gran capacidad de asimilación de elementos extranjeros. Después de todo una de las características mas importantes de las estirpes celtas era la absoluta falta de interés por la unidad política. Solo en la Galia Transalpina se han documentado en época romana alrededor de sesenta nombres de pueblos distintos e independientes los unos de los otros.

Las influencias entre los pueblos celtas y no celtas fueron en ocasiones muy estrechas, por lo que en ocasiones es difícil distinguir si hablamos de un pueblo celta o no. Los objetos encontrados en las excavaciones arqueologías no son determinantes del todo, pues salvo algunas excepciones (como las fíbulas, que sirven también para diferenciar los diferentes periodos) son muy diferentes entre si.

A la hora de comparar estas sin embargo hay que tener mucho cuidado, no solo por la separación territorial, sino también por la distancia temporal, como es el caso de los gálatas del S. I d.C. en Anatolia o los pueblos de la Galia en época de Cesar del S. I a.C., o los celtas irlandeses en época medieval.

En definitiva: El concepto de "celta" es amplio en cuanto a las características de las diferentes tribus que lo forman, pero siempre podemos encontrar rasgos comunes entre todas estas que, en la mayoría de los casos, nos ayudan a identificarlos dentro de esta cultura celta o no.




Expansión celta

A finales del II Milenio encontramos pueblos que podemos considerar protoceltas a orillas del Danubio, en el Sur de Alemania. Estos pueblos ya tenían rasgos característicos similares a los que encontramos en la Edad de Hierro. La extensión de estos grupos no esta clara, pero lo que si sabemos de forma casi segura es que las rutas comerciales atlánticas del Bronce Final ya eran conocidas por estos pueblos, que es lo que explicaría los datos que tenemos sobre poblaciones de raíz celtica en lugares como las Islas Británicas o Galicia ya de epocas anteriores a la Edad de Hierro.

Estas teorías de grandes migraciones no están del todo desacreditadas hoy en día pero si sometidas a una fuerte critica.

A pesar de las diferencias notables entre los diferentes pueblos y la poca importancia que se le daba, como ya dijimos, a una unidad política, si había una cierta conciencia por su parte de formar parte de la misma entidad. No importa tanto esta unidad política, sino la conciencia compartida y la tradición ancestral considerada común a todas las tribus.

En el caso de los celtas fue la religión y no la política la que jugó un papel central y reforzó los lazos entre todas las comunidades celtas. Pese a las diferencias entras las distintas zonas, la institución sacerdotal de los druidas la mas importante, era pancelta, es decir, se encontraba presente en absolutamente todas las estirpes.

La moral del honor así como la forma épica de entender la vida y la batalla ayudaron a forjar la idea de lo celta.

Claro que otra influencia importante par la evolución de la sociedad fue el desarrollo de la metalurgia de hierro. Los hornos que se usaban en la Edad de Bronce no tenían la capacidad necesaria para lograr temperaturas lo suficientemente altas como para fundir el hiero. El resultado de usar el hierro para la fabricación de armas fue la obtención de una clara ventaja en cuanto a lo militar.

Junto a estos cambios técnicos la faz cultural de los territorios de Europa se configuro sobre unas nuevas bases. Encontramos entonces siete grandes grupos culturales donde antes existía una unidad: griegos, tracodacios, germanos, etruscos, ligures, iberos y celtas. Además de las colonias fenicias que influyen de forma cultural y comercial.

La estratificación social comienza hacerse poco a poco más compleja. En la Edad del Bronce ya existía una verdadera estratificación social y económica visible claramente en los ajuares funerarios. Estas diferencias se hacen mas visibles en la Edad de Hierro con la diferenciación de las tumbas no solo por el ajuar sino también por la tipología arquitectónica.

Durante la fase inicial de la Edad de Hierro ya se puede dividir Europa en las diferentes áreas:

-La llamada coiné mediterránea: La zona mediterránea occidental y central: con un amplio influjo fenicio y griego.

-El Mediterráneo oriental con las civilizaciones griega y fenicia: de un desarrollo cultural muy elevado.

-El área centroeuropea: con diversos pueblos de un nivel de desarrollo cultural similar y relaciones con los pueblos de las estepas y los focos culturales mediterráneos.

El panorama que encontramos en la Edad de Hierro es por lo tanto muy dinámica. En una primera parte vemos los primeros afanes exploradores y los intentos colonizadores de nuevas tierras en Europa. En la segunda mitad los movimientos de personas y mercancías son mas abundantes afectando a todas las civilizaciones que entran en contacto e interactúan con una red de relaciones mutuas.





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