viernes, 28 de enero de 2011

Don Juan Manuel: Literatura medieval española

Don Juan Manuel nació en Escalona (Toledo), en 1282, era hijo de una familia noble de la realeza de Castilla (sobrino del rey Alfonso X y nieto de Fernando III). Su padre murió en 1284 y su madre en 1290, por lo que su educación quedó en manos de sus ayos (un tema que tratará después en varios de sus escritos y que incluimos en uno de los cuentos de la antología). Se inició en la vida política muy joven. A los doce años el rey lo envió a gobernar el reino fronterizo de Murcia. Participó activamente en las intrigas políticas y en las guerras entre los distintos reinos de la España de su época, cambiando de bando según las propias conveniencias y con suerte muy diversa. Murió en Murcia en 1348.
Don Juan Manuel ha pasado a la posteridad por su extensa obra escrita y por haber sido el primero en preocuparse por el legado y conservación de sus escritos. Él mismo cuidó de sus manuscritos, que depositó en el monasterio de Peñafiel, y nos da una lista de sus obras. Entre ellas destacan: Libro del caballero et del escudero, Libro de las armas, Libro de la caza, Libro de los estados. Todos sus escritos incluyen frecuentes referencias autobiográficas. Pero su obra de mayor valor literario y mayor repercusión es El conde Lucanor (1335), colección de 51 cuentos escritos con un propósito didáctico-moral. Don Juan Manuel señala en el prefacio que “este libro lo escribió don Juan, hijo del muy noble infante don Manuel, con el deseo de que los hombres hagan en este mundo obras provechosas para su honra y su hacienda y su condición, y se aproximen al camino de la salvación de sus almas”. Más allá de este carácter didáctico-moral propio de la literatura medieval de su época, don Juan Manuel muestra en el prólogo a esta obra características únicas en su época: posee conciencia de su función como escritor; expone razones por las que elige escribir en castellano en lugar de latín (el idioma culto de la época); señala que usa un lenguaje artístico (literario). Eleva también con sus escritos la dignidad del escritor al despreciar a los que se burlaban porque un noble de su alcurnia (categoría) se hubiera ocupado en escribir libros.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA EDAD MEDIA
Distinción entre
Alta Edad Media: XI-XIII.
Nos encontramos con tres estamentos sociales fundamentales (propias de un régimen señorial): la Nobleza (que muestra su predilección por los Cantares de Gesta, obras que narran las hazañas de los héroes, pertenecientes a estas clases); el Clero (única clase letrada, que cultivará el Mester de Clerecía); y el Pueblo (que cultiva la lírica tradicional, anónima y oral).
Baja Edad Media:: XIV-XV.
Estamentos: los mismas y la incipiente "Burguesía", habitantes de los burgos o ciudades, comerciantes... que reclaman una literatura propia, menos religiosa y más vital y práctica.
Aparición de las Universidades.

Focos culturales
    Durante la Edad Media hay distintos focos de producción y difusión de cultura:
1)La iglesia. Los monasterios cuentan con importantes bibliotecas; los monjes son casi los únicos que pueden acceder a la cultura escrita, y escribirán para difundir sus ideas, sobre todo religiosas: de ahí deriva el TEOCENTRISMO: la cultura gira en torno a Dios. Es el foco fundamental en la Alta E.M.
2)Las Universidades, en la baja Edad Media, también de fuerte orientación religiosa y con escasos alumnos.
3)La corte, sobre todo a partir de Alfonso X el sabio (s XIII). En el siglo XV será tan importante que se hablará de "literatura cortesana" o de "lírica del amor cortés"
4)La labor de los juglares, cantores y actores errantes, que en las plazas públicas (y también en la Corte) recitaban romances y Poemas Épicos (Mío Cid)

Didactismo
    La literatura durante toda la E.M. cumple una función didáctica muy importante. Sin escuelas, la labor educativa sólo podía ser realizada por los clérigos (=gente de cultura), que escribirán una literatura pensada para educar; lo estético queda relegado a un segundo plano, no es un fin en sí mismo (sólo se usa la estética para hacer más agradable el didactismo...): es el binomio docere-delectare.

Edad Media, encrucijada de culturas
    Durante mucho tiempo existió la idea de que la Edad Media fue un periodo sin culturas, de barbarie, de oscurantismo. Hoy en día se ha matizado mucho esa idea, y se han constatado muy diversos influjos culturales en la literatura castellana medieval, muestra de los intercambios culturales con los pueblos cercanos. Así, en la E.M. podemos encontrar influencias de las siguientes culturas:
Grecolatina: los saberes del mundo clásico estaban recogidos en multitud de libros que quedan en los monasterios medievales. Influyen mucho sobre todo las colecciones de cuentos -exceptuando los paganos o anti-cristianos- que serán empleados por los autores del Mester de Clerecía.
Árabe. La cultura árabe deja una gran huella en nuestra Historia. Las primeras manifestaciones literarias en nuestra lengua son de origen árabe (las jarchas, canciones populares recogidas por autores árabes cultos). También las colecciones de cuentos árabes dejarán huella (Las mil y una noches). También influyen a través de la escuela de traductores de Toledo, en la que participaban gentes de las tres religiones: árabe, cristiana y judía.
Hebrea. La influencia judía se dejó ver sobre todo por la labor de la Escuela de traductores de Toledo.
Germana. El influjo germánico hay que centrarlo sobre todo en los poemas épicos y cantares de gesta, géneros nacidos para cantar las hazañas bélicas entre los guerreros germanos.
Francesa. A través del Camino de Santiago se abre una ruta que servirá de intercambio de culturas durante toda la Edad Media (los estilos arquitectónicos Románico y Gótico son de importación francesa). Influirán en los distintos géneros: los cantares de gesta, el mester de Clerecía (la cuaderna vía es una estrofa de origen francés) y la lírica (de origen provenzal). La influencia se dejará notar también en el idioma (apócope final: amare>amar).
Italiana. La influencia italiana se dará sobre todo en la Baja Edad Media. Los tres grandes genios de esa literatura (Dante, Petrarca y Bocaccio) son los iniciadores de la literatura moderna. Influirán a partir, sobre todo, del siglo XV (también, y decisivamente, en el XVI).




 

HITOS LITERARIOS DE LA EDAD MEDIA.
Alta Edad Media
X-XI: Aparición de las primeras jarchas.
XII: Surge la poesía épica. El Mester de juglaría. Poema de Mío Cid (¿1144? ¿1203?)
        Primeros restos de teatro: Auto de los Reyes Magos (¿1150?).
XIII: Continúa la épica.
        Aparece el Mester de Clerecía: Libro de Alexandre, Libro de Apolonio y Gonzálo de Berceo:
        Milagros de Nuestra Señora.
        Inicios de la prosa didáctica: Alfonso X.
        Poesía galaico-portuguesa.
Baja Edad Media
XIV: Continúa el Mester de Clerecía, con importantes cambios. El Canciller Ayala y, sobre todo, Juan Ruíz, con Libro de Buen amor.
La prosa de Don Juan Manuel: El Conde Lucanor.
XV: Primeros restos conservados de la lírica tradicional castellana y de romances.
Poesía culta: Juan de Mena, Marques de Santillana, Jorge Manrique (Coplas) y Ausías March. Estos y muchos otros autores ven recogidas sus obras en Cancioneros (Baena, Estúñiga).
En prosa destacan Fernando de Rojas: La Celestina, Joanot Martorell (Tirant lo Blanc) y el subgénero conocido como la novela sentimental: Diego de Sampedro: Cárcel de amor. Se documentan los primeros fragmentos de la novela de caballerías Amadís de Gaula.




LA LÍRICA TRADICIONAL.

Definición.     La lírica tradicional es la poesía lírica compuesta de forma anónima y transmitida oralmente con origen en el siglo XI. Las más antiguas son las jarchas, compuestas en territorio mozárabe. Muy parecidas son las cantigas gallegas y las cançós catalanas. Más tardíos (siglo XV) son los villancicos, escritos en castellano.
Temas
    Los principales son:
-Amoroso, con un motivo muy repetido: una mujer se queja ante una confidente (su madre, la naturaleza) por la ausencia del amado.
-Plantos o Endechas: canciones fúnebres.
-Mayas: canciones dedicadas al mes de mayo(=primavera=amor).
-Canciones de trabajo y de fiesta.
-Burlesco.


Aspectos formales
    Se usan abundantemente los recursos de repetición (paralelismos, anáforas). Se acude con frecuencia a simbolismos sacados de la naturaleza: lavarse la cara los amantes; la fuente (renovación, fecundidad), nacimiento de las flores (el amor)... Estos símbolos son más claros en los villancicos; apenas existen en las jarchas.

Las jarchas

    Son unas estrofas breves escritas en lengua romance que se insertaban al final de una moaxaja árabe o hebrea. Parece ser que la jarcha era el centro de la composición. Un poeta se sentía atraído por la letrilla y escribía una moaxaja de introducción. Las primeras jarchas se descubrieron en 1948. Las más antiguas datan del siglo X y fueron recogidas por Muqadam (Cabra).
    La dificultad principal con la que nos enfrentamos es que, pese a estar escritas con palabras en Romance, están en grafía árabe (es una escritura consonántica, que no recoge las vocales), por lo cual, en algunos casos, existe mucha ambigüedad sobre su verdadero significado.
Las cantigas galaico-portuguesas
    De los siglos XII al XIV el gallego era la lengua de la lírica. Los escritores castellanos, cuando escribían lírica, lo hacían en gallego (Alfonso X). Esta tradición llega hasta el siglo XV (en los Cancioneros aún se da).
    Presentan una gran similitud formal y de contenido con las jarchas. También reciben influencia de la lírica provenzal.
 
SIGLO XII: LA ÉPICA MEDIEVAL
Introducción
Los cantares de gesta son obras de género épico que narran las hazañas de unos héroes. En España surgen en el siglo XII (1140, según Menéndez Pidal, fecha de composición del Poema de Mío Cid), aunque el primer manuscrito data del siglo XIV. Hay noticias de la existencia de más cantares, pero no nos han llegado hasta hoy (se sabe por los libros de Historia: el Cantar de los Siete infantes de Lara, el de Sancho II de Castilla, el de Roncesvalles...). Estas obras eran recitadas por los juglares, cantores errantes que iban por pueblos y castillos escenificando sus poemas. El oficio de los juglares se denomina Mester de juglaría.
El Mester de juglaría posee unos métodos propios de expresión. Las obras se caracterizan por la falta de regularidad métrica (frente al Mester de Clerecía, que surgirá en el siglo XIII). Además, los juglares debían usar recursos útiles para la recitación oral:
1)Llamadas de atención ("Si quisieseis escucharme..."): es la llamada "Captatio benevolentiare": buscar la amabilidad del público, preparándolo positivamente para lo que va a oír.
2)Repeticiones constantes:
+formales (paralelismos, anáforas, versos bimembres).
+de contenido: la imposibilidad de relectura hace necesario que el juglar repita datos para que nadie "pierda el hilo". El público sólo pagaba al juglar si le gustaba la interpretación, y para eso era necesario que se enterase bien.
3)Predominio de las oraciones simples y coordinadas (más fáciles para recordar -y para improvisar- en la recitación).
4)Uso del presente de indicativo: "Mío Cid cabalga" para acercar la acción a los oyentes.
5)Uso de adverbios de presencia "Aquí veis al héroe...", para acercar la narración a los espectadores, para que parezca que todo sucede delante de sus ojos.
6)Referencias visuales, con el mismo objetivo ya señalado.
7)Petición de "soldada" (sueldo por la actuación).
8)Uso abundante de la gesticulación, para darle viveza y credibilidad a lo dicho.
    Algunos de estos recursos también serán empleados por los clérigos en su Mester.

SIGLO XIII: EL MESTER DE CLERECÍA
El Mester de Clerecía
 
    Durante el siglo XIII surge el mester de clerecía. Se llama así a la escuela de los escritores cultos (=clérigos) que eligen el romance como lengua literaria. Los clérigos harán una literatura mucho más regular que la juglaresca, con mayor cuidado de los aspectos formales. La "definición" de este mester viene dada en una de las primeras estrofas del Libro de Alexandre:

                                        Mester trago fermoso, non es de juglaría,
                                        mester es sin pecado, ca es de clerecía.
                                        Fablar curso rimado por la cuaderna vía
                                        a sílabas contadas, ca es grand maestría.
                                                        Anónimo. Libro de Alexandre
    El nuevo mester se presenta con unas características que se oponen a la irregularidad (=pecado) juglaresca. La Cuaderna vía (tetrástrofo monorrimo) será la nueva estrofa: cuatro versos alejandrinos (con cesura tras la 7ª sílaba) que riman entre sí en consonancia: AAAA.
    La primera obra que responde a estas características en lengua castellana (el género y la estrofa son de origen francés) es el Libro de Alexandre, ya citado.
    Los temas tratados por el mester de clerecía. son eruditos, basados en la tradición libresca. Los más conocidos son los temas religiosos, aunque no faltan los históricos (Libro de Alexandre) o los novelescos (Libro de Apolonio). El principal representante del Mester de Clerecía en lengua castellana es Gonzalo de Berceo

LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XIV
Introducción.
    Comienza para la Literatura española la baja Edad Media: empieza a aparecer una nueva clase social, la "burguesía", con unos gustos e inquietudes nuevas. Surgen también las primeras universidades. Asistimos al nacimiento de un nuevo espíritu, menos teocéntrico (dentro de las enormes limitaciones existentes: la Inquisición), más pragmático y vitalista. Dos serán los exponentes de la nueva época: Juan Ruiz, dentro del Mester de Clerecía (evolucionado con respecto al siglo XIII) y don Juan Manuel, prosista.
El nuevo Mester de Clerecía.
    La escuela poética dominante seguirá siendo el Mester de Clerecía, pero, ante el nuevo espíritu de época, surgirán nuevas características.
    En primer lugar, la cuaderna vía alternará con otras estrofas; los textos (narrativos, en cuaderna vía) incluirán composiciones líricas, religiosas o profanas, que irán en estrofas de arte menor.
    La intención religiosa del nuevo mester también es más discutible. Las obras poseen un sentido más vitalista; importa más lo humano y menos lo divino (aunque los autores no puedan decirlo a las claras).
    Cultivan este género el Canciller Ayala (autor del Rimado de Palacio) y uno de los autores cumbres de la literatura medieval española: Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.
 
DON JUAN MANUEL. EL CONDE LUCANOR
    De familia real (nieto de Fernando III el Santo y sobrino de Alfonso X el Sabio), participó en la vida política y militar de su época, además de escribir (cosa esta última por la que fue criticado).
    Fue exclusivamente prosista. Entre todas sus obras destaca El Conde Lucanor o Libro de Patronio, obra formada por un primer libro de 51 cuentos y cuatro libros más de carácter doctrinal. Los cuentos poseen todos la misma estructura:
-Pregunta del Conde a Patronio, su consejero.
-Exiemplo de Patronio (cuento).
-Moraleja (en verso).

Estilo
    Destaca Juan Manuel por su afán de claridad, al servicio siempre del didactismo. Consigue congeniar la claridad con la brevedad.
    Posee asimismo una fuerte voluntad de estilo; se preocupa por el estado de su obra y por su transmisión, pidiendo que nadie enmendara lo escrito por él (dejó los originales de sus obras en Peñafiel, para posibles consultas, pero se han perdido). Aquí contrasta fuertemente con Juan Ruiz.
    Al contrario que otros autores de la época, don Juan Manuel no se limita a traducir cuentos latinos, sino que los reelabora completamente, expresándose de un modo personal.
Intención
    Don Juan Manuel era un moralista. Su intención era hacer una obra útil que enseñase y aconsejase para un recto comportamiento. Para "endulzar" las enseñanzas acude a los cuentos.
 

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