viernes, 21 de diciembre de 2012

Sándor Márai: Biografía y Reseñas


Sándor Márai (Kassa, 11 de abril de 1900 - San Diego, 22 de febrero de 1989) fue un novelista y periodista húngaro.


Sándor Károly Henrik Grosschmid de Mára, conocido como Sándor Márai, nació en Kassa (hoy en Eslovaquia), una pequeña localidad del antiguo Reino de Hungría, en aquel momento conformante de la potencia mundial, el Imperio Austrohúngaro, desaparecido tras ser derrotado en la primera guerra mundial. Descendiente de una familia acomodada de origen sajón, su infancia y su pubertad fueron algo conflictivas, ya que se escapó de casa varias veces y por ello fue ingresado en un internado religioso. Posteriormente se instaló en Leipzig para estudiar periodismo, carrera que abandonó. Durante su juventud viajó por Europa, sobre todo por Europa Central, y visitó París, la capital cultural de la época, donde convivió con algunos de los representantes más destacados de las vanguardias estéticas del momento.


Tras decantarse en un principio por escribir en alemán (lengua que dominaba desde pequeño), se decidió finalmente por su lengua materna, el húngaro. En diversas obras, y también en disquisiciones de personajes de sus novelas, Márai exaltó la belleza que atribuía al idioma húngaro, especialmente por su fonética. En 1928 se instaló en el pequeño barrio de Krisztinaváros, en Budapest.
Durante la década de 1930 se labró un gran prestigio por la claridad y precisión de su prosa de estilo realista, prestigio que pocos años después era casi comparable al de Thomas Mann o Stefan Zweig. Sus obras se traducían a numerosos idiomas.


 Thomas Mann y Sándor Márai en 1935

Si bien alabó con entusiasmo los Acuerdos de Viena, en los que la Alemania nazi obligó a Checoslovaquia y a Rumanía a devolver a Hungría parte de los territorios perdidos por ésta en el Tratado de Trianon, escribió contundentes artículos en contra del nazismo y se declaró "profundamente antifascista", algo poco recomendable en la Hungría del momento. No obstante, su inmensa fama lo tuvo a salvo de represalias de calado.
Su estrella empezó a apagarse con la ocupación soviética de Hungría y con el establecimiento del régimen comunista. Tildado de "burgués" por los comunistas, Márai abandonó definitivamente su país en 1948 y, tras una breve estancia en Italia, emigró a Estados Unidos. La posterior prohibición de su obra en Hungría hizo caer en el olvido a quien en ese momento estaba considerado uno de los escritores más importantes de la literatura centroeuropea. Así, habría que esperar varios decenios, hasta el ocaso del comunismo, para que este escritor fuese redescubierto en su país y en el mundo entero. Márai se quitó la vida en 1989 en San Diego, California, pocos meses antes de la caída del Muro de Berlín.


Aunque Sándor Márai destacó sobre todo por su obra narrativa, también escribió poesía, teatro y ensayo, además de múltiples colaboraciones periodísticas, entre las que se encuentran algunas de las primeras reseñas sobre las obras de Franz Kafka. En sus novelas, escritas originariamente en húngaro y cuidadosamente desarrolladas, Marai analiza la decadencia de la burguesía húngara durante la primera mitad del siglo, en títulos como Divorcio en Buda, El último encuentro o La herencia de Eszter. Además de sus novelas, Márai escribió libros de memorias que retratan las convulsiones sufridas por Hungría durante la primera mitad del siglo XX, como la Primera Guerra Mundial (retratada en Confesiones de un burgués) o las invasiones del ejército nazi, primero, y soviético, después (en ¡Tierra, tierra!).




(Algunas) Reseñas de obras traducidas al castellano

A la luz de los candelabros / El último encuentro (A gyertyák csonkig égnek ), ed. Salamandra, 1999 (Círculo de Lectores, 2001):


Un general anciano vive apartado en su castillo. Un día recibe comunicación de que Konrad, un viejo amigo, ha regresado a la patria, de modo que envía una comunicación para invitarlo a cenar. Es el punto de partida a una serie de recuerdos de toda una vida: los padres del general, su infancia, su amistad en apariencia inquebrantable con Konräd... Pero a medida que se acerca la hora del esperado encuentro, se descubre que la planeada cena es, sobre todo, el fin de una espera, el colofón a una venganza. Cuando los dos ancianos se sitúan frente a frente, el general expone un cúmulo de sentimientos y reflexiones, rumiadas a lo largo de cuarenta y un años, desde que el que fuera su amigo huyera por lo que se va dibujando como una dolorosa traición.


La herencia de Eszter (Eszter hagyatéka), ed. Salamandra 2000 (Quinteto, 2003):


Instalada en la casa que heredó de su padre y con la sola compañía de una pariente anciana, Eszter es una mujer soltera que vive con la placidez y tranquilidad de quien ha logrado adaptarse a lo que la vida le ha deparado. Hasta que un día, inesperadamente, recibe un telegrama de Lajos, viejo amigo de la familia, anunciando su inminente visita. Canalla encantador y sin escrúpulos, cuyas magníficas dotes de actor le confieren un poder de seducción irresistible, Lajos no sólo traicionó a Eszter, sino también destruyó a su familia y les quitó todo lo que poseían, salvo la casa en la que viven y cuyo jardín es su único y escaso medio de subsistencia. Ahora, tras una prolongada ausencia, Lajos regresa y Eszter se prepara para recibirlo conmovida por un torbellino de sentimientos contradictorios. Con la inevitabilidad del destino como eje central de la narración, La herencia de Eszter se desarrolla de una forma totalmente inesperada y paradójica. El vividor y mentiroso Lajos, con su inagotable energía, es un vendaval de vitalidad, alegría y pasión por la vida que sólo por el hecho de existir pone permanentemente en entredicho la aparente solidez de las convenciones morales más arraigadas.


Divorcio en Buda (Válás Budán), ed. Salamandra 2001 (Quinteto, 2004):


Cuenta la historia del juez Kristóf Kömives, un respetable miembro de la alta burguesía húngara, quien vive en Buda, la parte antigua de Budapest. Está casado y tiene dos hijos. Lleva una vida apacible, dictada por una moral rígida. Se considera un fiel heredero de una tradición familiar que incluye otros jueces. La novela empieza con con Kristóf Kömives, sentado en su despacho, ante los papeles de divorcio de una pareja de conocidos, el médico Imre Greiner y Anna Fazekas. Esta anécdota inicial sirve para narrar la historia familiar y de su clase social. Se percibe que ya no gozan del predicamento de antaño, que la Primera Guerra Mundial ha marcado el final de una época. Un síntoma de esos aires de cambio se manifiesta con este divorcio inminente. Además, en medio de esa evocación de su origen, el juez muestra que, pese a que ha tenido apenas cuatro encuentros con Anna Fazekas, siempre ha pensado en ella. Su casamiento no lo ha privado de ese sentimiento. En la víspera de la audiencia, tras volver de una reunión social con su esposa, encuentra en su casa a Imre Greiner. Viene a contarle que se ha desatado una tragedia, que no va a ser posible la audiencia. Los dos hombres permanecen toda la noche hablando. De fondo, se cuenta un conflicto de clase. El médico se presenta como un advenedizo. Tiene un origen humilde y ha logrado terminar la carrera de medicina gracias a la ayuda de un tío rico. Ese origen bajo, pese a sus triunfos en la sociedad, son presentados como un gran problema sin resolución. Cuando Imre siente que su mujer no lo ama, y esto ocurre en el cuarto año del matrimonio, se produce el desencanto. Ya no quiere ser parte de la buena sociedad. De ahí en más hay un camino recto hacia el divorcio.


La amante de Bolzano (Vendégjáték Bolzanóban), ed. Salamandra 2003 (Quinteto, 2005):


Fugitivo de la justicia, Casanova se refugia en Bolzano, ciudad donde reside la única mujer que ha amado en toda su vida. Pese a los años transcurridos desde que perdió a Francesca en un duelo con el conde de Parma, el gran seductor nunca ha podido desprenderse del anhelo de poseer a la otrora bellísima joven. Ahora, el destino pone en sus manos la gran ocasión de saciar su deseo insatisfecho: el conde, viejo, cansado y temeroso de perder a su mujer, que sigue enamorada de Casanova, le ofrece dinero y libertad a cambio de decepcionar a Francesca, para lo cual el cínico y superficial mujeriego deberá, en el transcurso de unas horas, realizar la actuación más difícil de su largo historial donjuanesco. Al caer la noche, mientras Casanova se prepara para acudir al baile de máscaras, Francesca lo sorprende presentándose en su aposento. Antes del alba, con el único instrumento de un discurso sincero y apasionado, la amante ingenua despojará al curtido aventurero de todas sus máscaras, obligándolo a enfrentarse con el terror del vacío, la soledad y el exilio.


Confesiones de un burgués (Egy polgár vallomásai) (memorias), ed. Salamandra, 2004 (Quinteto, 2006):


A la temprana edad de treinta y cuatro años, Sándor Márai escribía un libro de memorias de una madurez sorprendente. Fruto de una vida intensa y viajera, las asombrosas páginas de Confesiones de un burgués contienen la raíz de toda la obra del gran escritor húngaro. Aquí están sus lecturas, su obsesión por escribir, su pasión por el periodismo, sus amantes, su matrimonio, los encuentros con autores célebres, los viajes, el sentimiento de desarraigo, el fantasma del alcoholismo.
Descendiente de una rica familia de origen sajón, afincada desde hacía siglos en Hungría, Márai inicia su relato con una descripción de la próspera y confiada burguesía a la que pertenece, que parece vivir en un mundo ideal en el que reinan la cultura y la tolerancia. Esta plácida existencia se verá truncada abruptamente el verano de 1914, en Sarajevo, con el asesinato del heredero al trono de los Habsburgo. Márai es llamado a filas con diecisiete años y, al finalizar la guerra, su familia lo envía a Alemania a estudiar periodismo. Allí, como periodista del prestigioso diario alemán Frankfurter Zeitung, Márai comienza un peregrinaje por la Europa de los años veinte: de Leipzig a Weimar, de Francfort a Berlín, será testigo de la rápida transformación de un continente que, entregado a la frivolidad y el desenfreno, ignora las corrientes de odio que crecen en su seno y que lo conducirán irremediablemente a la catástrofe. Florencia, Londres, Oriente Medio y, por supuesto, París, eje central de la vida bohemia y cosmopolita, serán parte del itinerario de Márai, hasta que por fin, desaparecida su familia y su clase social y desmembrado su país, opta por recluirse en la única patria posible para un escritor, «la patria verdadera, que quizá sea la lengua o quizá la infancia». Así pues, su destino iba a ser dejar constancia de una cultura cuyo esplendor y ocaso había vivido en carne propia, y relatar la historia de esa dolorosa ruptura como último narrador de un universo «que creía en la fuerza de la inteligencia y el espíritu».


La mujer justa (Az igazi) ed. Salamandra, 2005 (Círculo de Lectores, 2005):


Una tarde, en una elegante cafetería de Budapest, una mujer relata a su amiga cómo un día, a raíz de un banal incidente, descubrió que su marido estaba entregado en cuerpo y alma a un amor secreto que lo consumía, y luego su vano intento por reconquistarlo. En la misma ciudad, una noche, el hombre que fue su marido confiesa a un amigo cómo dejó a su esposa por la mujer que deseaba desde años atrás, para después de casarse con ella perderla para siempre. Al alba, en una pequeña pensión romana, una mujer cuenta a su amante cómo ella, de origen humilde, se había casado con un hombre rico, pero el matrimonio había sucumbido al resentimiento y la venganza. Cual marionetas sin derecho a ejercer su voluntad, Marika, Péter y Judit narran su fallida relación con el crudo realismo de quien considera la felicidad un estado elusivo e inalcanzable.


¡Tierra, tierra! (Föld, föld) (memorias), ed. Salamandra, 2006:


Escrita veinte años después de los acontecimientos evocados, ¡Tierra, tierra! sitúa al lector como testigo directo de la agonía de la cultura europea, del proceso brutal de bolchevización emprendido por Rusia y de la indiferencia de Occidente hacia la suerte de cien millones de europeos de esa «periferia» que formaba el antiguo imperio austrohúngaro. Primero, el regreso a Budapest, su casa reducida a escombros, los seis mil libros de su valiosa biblioteca desaparecidos. Después, la terrible constatación de la nueva era que se iniciaba: «Los que llevaban los uniformes eran iguales porque hacían lo mismo: ejecutar el Terror con eficacia. [...] De nuevo se empezaba a perseguir en nombre de la Única Idea Salvadora.» Más tarde, las críticas al sistema represor soviético y su saqueo institucionalizado. Y por último, al comprender que su mera presencia, aunque silenciada por la censura, avalaba el régimen dictatorial impuesto en su país, la decisión del exilio, el precio a pagar para que «no puedan comprarme como individuo».En el verano de 1948, el escritor húngaro aceptó una invitación para participar en unas jornadas literarias en Suiza. El telón de acero todavía no estaba completamente cerrado y él aún resultaba políticamente indiferente a los comunistas. Era su última oportunidad de conseguir un pasaporte para abandonar el país. Márai salió de Hungría con su mujer y su hijo adoptivo para no volver nunca más. A partir de entonces su única patria sería la lengua húngara.


La hermana (A nővér), ed. Salamandra, 2007:


En la cumbre de su carrera como pianista, Z. se dirige en tren a Florencia invitado por el gobierno italiano para dar un concierto. Poco antes de cruzar la frontera, se siente indispuesto y, tras su actuación, debe ser ingresado en un hospìtal florentino aquejado de una rara enfermedad vírica. Allí, mientras se debate entre la vida y la muerte, tendrá lugar un diálogo intenso y decisivo con el médico que lo atiende, una indagación sin concesiones sobre el precario equilibrio entre el poder curativo de la ciencia y el espíritu de lucha del paciente. Una noche, presa del delirio causado por la morfina, Z. escucha una voz femenina que le susurra: "no quiero que mueras". Las palabras actúan como un  revulsivo que lo llevará a replantearse aspectos fundamentales de su vida.


La extraña ed. Salamandra, 2008:


Rodeado del bullicio de las numerosas familias que veranean en el concurrido Hotel Argentina, en Dubrovnik, Viktor Askenasi, respetado profesor del Instituto de Estudios Orientales de París, soporta a duras penas la asfixiante canícula de la costa dálmata. Cercano a la cincuentena, el profesor ha emprendido un viaje en solitario por el Mediterráneo movido por una inquietud que lo perturba desde siempre y que lo llevó, unos meses antes, a dar un vuelco radical a su vida. Pese a haber descubierto un reducto de libertad, y estar dispuesto a asumir las consecuencias de sus actos como un paso ineludible en el camino hacia la plenitud, Viktor constata que esa libertad tiene otra cara imprevista que lo sume en el desconcierto. Así pues, atormentado por la duda, en un arrebato llama a la puerta de la mujer desconocida con la que acaba de cruzarse en el vestíbulo del hotel, sin saber si del otro lado del umbral lo aguarda la penumbra de la locura o la luz de la verdad.


Diarios: 1984-1989 (Napló 1984-1989) ed. Salamandra, 2008:


Márai escribió cinco de los seis tomos de sus diarios en el exilio; el último, redactado entre 1984 y 1989, es un testimonio apasionante y profundamente conmovedor de un hombre decidido a enfrentarse sin ambages con la muerte. Alternando recuerdos personales, instantáneas reveladoras de la vida cotidiana, con comentarios sobre diversos temas de actualidad y apuntes sobre la lectura y la tarea de escribir, el gran autor húngaro —que destaca por la potencia de su palabra y la perfecta lucidez de su mente— se convierte en observador implacable de su propio deterioro físico y narra, sin embellecerlo, el último drama de su existencia: la enfermedad y muerte de su amada esposa, Lola Matzner, con quien durante sesenta y dos años lo había compartido todo. Márai reflexiona sobre el luto y la soledad, cada vez más insoportable, al tiempo que se prepara para el momento final: «Estoy esperando el llamamiento a filas; no me doy prisa, pero tampoco quiero aplazar nada por culpa de mis dudas. Ha llegado la hora.»  


Los Rebeldes, ed. Salamandra, 2009:


Apenas unos meses antes del final de la Primera Guerra Mundial, cuatro jóvenes acaban sus estudios y se enfrentan al último verano de la adolescencia. En cuestión de semanas serán llamados a filas y enviados al frente, un frente del cual sólo llegan noticias nefastas. Así, unidos por su aversión a lo que promete ofrecerles la madurez, Tibor, Ábel, Erno y Béla crean un universo particular y juegan a desafiar todas las reglas: beben y fuman en exceso, juegan a las cartas, se inventan extravagantes historias, cometen pequeños hurtos... Ante la ausencia de padres, tíos y hermanos mayores, realizan su propio aprendizaje de la vida libres del control familiar, hasta que la aparición de un improvisado mentor, un avieso actor que está de paso en la ciudad, hará que sus juegos, y sus vidas, se precipiten por caminos insospechados que los llevarán hacia un dramático desenlace.  


La gaviota (Sirály, 1943) ed. Salamandra 2011:


Alto funcionario ministerial, culto, solitario y seguro de sí mismo, el hombre acaba de dictar una orden de enorme trascendencia, una decisión que en cuestión de horas afectará inexorablemente a millones de personas. Sin embargo, su aparentemente inmutable serenidad se resquebraja con la inesperada aparición de Aino Laine, una hermosa joven finlandesa de nombre poético y que tiene un parecido asombroso con la única mujer que el hombre amó, fallecida años atrás. Entonces, contra lo que aconsejan la prudencia profesional y el decoro, éste invita a la joven desconocida a acompañarlo esa misma noche a la ópera. Da comienzo así entre ambos un diálogo íntimo y profundo, un juego de seducción no exento de riesgos, donde la pasión, la nostalgia y la fuerza destructora del destino obran una perturbadora transformación en el sólido equilibrio burgués de un hombre sensato y honorable.


Liberación (Szabadulas, 1945) ed. Salamandra, 2012:


En los días previos a la Navidad de 1944, en Budapest, una joven llamada Erzsébet trata de asegurar un nuevo escondite para su padre, un célebre hombre de ciencia, astrónomo y matemático, a quien persiguen la Gestapo y los cruces flechadas por sus conocidas simpatías liberales. Finalmente, tras dejar a su padre a salvo en un pequeño escondite subterráneo, Erzsébet halla refugio en un sótano del otro lado de la calle, junto con un nutrido grupo de sus conciudadanos. Ahí permanecerá las cuatro semanas que durará el asedio del Ejército Rojo, que lleva en las inmediaciones de Budapest desde noviembre. En ese rincón oscuro de caos y hacinamiento, Erzsébet nunca deja de creer que llegará la «liberación», que los rusos no tardarán en llegar y que todo cambiará. La madrugada del 19 de enero, aparece ante la puerta del refugio el primer ruso, pero nada será como Erzsébet ha imaginado.

Las reseñas están basadas en la presentación de Ediciones Salamandra:

http://www.salamandra.info/autores.php?autor=122 

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