lunes, 16 de abril de 2012

Tres mujeres bíblicas: Ruth, la extrajera. (Parte II)




RUT LA EXTRANJERA –LAS MUJERES Y EL PATRIARCADO

Rut y las Relaciones
Aquí tenemos una muy bien trabajada historia en la mejor tradición de la fe Israelita. La línea histórica es relativamente simple. Relata la historia de dos mujeres, Naomi, un judía de Belén, y Rut, una mujer de Moab. Sus vidas se interrelacionan cuando Rut se casa con el hijo de Naomi después que su familia viajase desde Belén hasta Moab debido a una hambruna. La historia comienza centrada en las dos mujeres después de la muerte de sus respectivos maridos, dejando una viuda y su nuera que habrían de sobrevivir por ellas mismas en tanto que mujeres. También tuvieron la tarea de perpetuar el linaje familiar (en una sociedad patrilineal) para el marido fallecido de Naomi mediante la institución del casamiento levirato. Las acciones de esas dos mujeres las ponen en contacto con dos parientes del marido fallecido de Naomi, Elimelec. Estos parientes son Boaz y otro hombre desconocido. Al final, Boaz se casa con Rut y su descendencia constituye el linaje nada menos que del Rey David (Rut 4:17-21).

Examinando Rut desde una perspectiva estructuralista nos lleva a observar que el libro puede ser dividido en seis escenas. De las seis, las dos primeras están caracterizadas por un polo de una oposición, vacío, y están equilibrados por los últimos dos que tratan con lo opuesto a un vacío, con una plenitud. Entre esos dos polos hay dos escenas que describen la reconciliación de esos opuestos, la manera mediante la cual, el polo del vacío es transformado en su opuesto, la plenitud.

La historia tiene un giro irónico que trata con la plenitud y la escasez en su comienzo. Belén (Bethlehem), que significa “casa del pan” en Hebreo, sufre una hambruna causada por la falta de lluvia. Por lo tanto no hay pan en la “casa del pan”. Esta hambruna requiere desplazarse a Moab, hacia donde Elimelec y su familia viajan buscando comida. Por qué, puede uno preguntarse, eligió el autor de Rut Moab como destino? Por qué Elimelec, igual que su antepasado Jacob, no descendió a Egipto en busca de comida? La respuesta puede estar en las connotaciones que tenía Moab para el autor Israelita y lector/oyente de la historia. Cuales pueden haber sido esas connotaciones? Una gran animosidad había contra Moab y los Moabitas a lo largo de toda la historia de Israel. Esta enemistad hacia Moab y los Moabitas también aparece en las Escrituras Hebreas. Balac, rey de Moab, se opuso a la entrada de Israel en la tierra prometida (Jos. 24:9). Eglon, rey de Moab, oprimió a los Israelitas durante el periodo de los Jueces (Jue. 3:12). Los Moabitas son descritos como enemigos de Saúl. La religión Moabita es una de las religiones extranjeras que causaron problemas en tiempos de Salomón (1 Reyes 11:17). Moab se rebeló después de la muerte de Ahab (2 Reyes 3:5 y la inscripción de Mesha). Varios profetas dirigieron oráculos contra Moab (Jer. 48:9; Ezeq. 25:8-11); Amos 2:1-2; Sof. 2:9). En los Salmos, Moab es descrita como la “vasija para lavarse” de Dios (60:8; 108:9). El desagrado de Israel hacia Moab es retratado vívidamente en la historia de los orígenes de Moab, contenida en la historia de Lot y sus hijas en Génesis 19. Esta historia, cuando es leída con lentes étnicos, nos dice cómo las hijas de Lot, después de la destrucción de su pueblo y la muerte de su madre, vivían en una cueva con su padre y lo emborracharon para tener relaciones sexuales con él. Los hijos resultantes de esta incestuosa unión son Moab, “el antepasado de los Moabitas” (Gen. 19:37), y Ben-Ammi, “el antepasado de los Amonitas” (Gen. 19:38). Los Israelitas se veían a ellos mismos como hijos de la promesa a Abraham, loa nacimientos “milagrosos”, y los eventos salvadores que mantuvieron su linaje; en contraste, los orígenes Moabitas se originan en el engaño en lugar de la promesa divina, al incesto en lugar de la intervención salvadora de Dios. Moab y los Moabitas están pues “vacíos”.

Rut y Naomi
La historia de Rut comienza con dos notas desfavorables, ambas sugiriendo un vacío –la hambruna y la huida a Moab-. Una vez en Moab la historia toma otra vez un giro hacia el vacío. Elimelec muere, y Naomi queda viuda con dos hijos solteros. Estos dos jóvenes, Majlon y Quilion, tienen nombres que señalan al lector u oyente que más miseria ha de venir en la historia. Majlon, en Hebreo, significa alguien “enfermo”, mientras que Quilion significa “fracaso, aniquilación” (Isa. 10:22, donde kilyôn es traducido como “destrucción”). Estos son nombres que difícilmente se darían a caracteres que jugasen un papel importante en la historia. Majlon y Quilion, de todas formas, viven lo suficiente como para casarse con mujeres Moabitas, Orfá y Rut, respectivamente. El nombre Orfá también es simbólico. Viene de la palabra Hebrea “cuello-tieso” o “terca”, en contraste con el de Rut, que significa “compañera”. Después de diez años los hijos de Naomi mueren, así “la mujer quedó sin sus dos hijos y sin su esposo” (1:5). Al oir que la hambruna en Judá ha llegado a su fin y dándose cuenta que no tiene futuro en un país extranjero sin familiares ni apoyo social, Naomi decide regresar a casa. Rut y Orfá se disponen a acompañar a Rut, su suegra. Naomi, no obstante, les pide que se queden en su país y busquen su futuro con esposos Moabitas (1:8-13). Naomi, cuyo nombre significa “mi amabilidad”, comienza a mostrar una armadura genuina en su discurso a medida que intenta persuadir a Rut y Orfá para que se queden en Moab. Mientras ellas pueden tener un futuro, ella no cree tener alguno. Incluso cuando pide a Dios que los trate con fidelidad, se queja que Dios no lo ha hecho en el pasado. Termina diciendo: “Ha sido mucho más amargo para mí que para vosotras, porque la mano del Señor se ha vuelto contra mí” (1:13). Naomi dice que su vacío y amargura son la obra de Dios. Orfá, después de una resistencia inicial, se apunta a la petición de Naomi de quedarse en Moab.

Rut se niega a seguir la petición de su suegra de permanecer en Moab, y las palabras de su negativa son conmovedoras: Rut le respondió: No insistas en que te deje y me vaya lejos de ti; donde vayas tú, iré yo; donde mores tú, moraré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi dios; donde mueras tú, allí moriré y seré sepultada yo. Que Yahvé haga esto y aún añada si no es la muerte la que nos separe a ti y a mi.

Mientras que a nosotros en tanto que lectores nos conmueven las palabras de Rut, su lealtad a Naomi, no ocurre lo mismo con Naomi. La dedicación de Rut hacia Naomi es el retraimiento de Naomi hacia Rut. Este retraimiento de Naomi es obvio cuando llega de regreso a Belén. Cuando es felicitada por las mujeres del pueblo, se niega a ser llamada por su antiguo nombre y dice que a la vista de su amarga mala fortuna no debe ser llamada Naomi, sino Mara, que significa “amarga/amargada” en Hebreos (1:20-21). Aquí tenemos la completa dimensión del vacío sugerido por una visión estructural del libro de Rut. En este punto la historia está completamente vacía. El relato de la transformación de este vacío en plenitud comienza en el segundo capítulo del libro.

Durante la cosecha, había la costumbre en Israel de otorgar el derecho de recoger a los marginados socialmente, alienados residentes, huérfanos, y viudas. Desesperada y aferrándose a esta costumbre, Rut propuso a Naomi ir a los campos para recoger algo después de los cosechadores. Naomi no le da ningún consejo o advertencia acerca de los riesgos que puede sufrir una joven no acompañada ahí, simplemente dice, “Ve, hija mía” (2:2). Por una feliz coincidencia, Rut encuentra el camino hacia un campo perteneciente a un familiar de su suegro fallecido, un hombre llamado Boaz, cuyo nombre significa “fuerza” o “rapidez”. Cuando Boaz se entera de la identidad de Rut, le advierte del riesgo de ser agredida sexualmente (2:8). A continuación le dice a sus obreros otorguen a Rut privilegios especiales en la recogida en sus campos. También les ordena no la molesten sexualmente (2:15). Cuando Rut regresa donde Naomi después de su primer día de recogida, Naomi le señala los peligros potenciales de agresión sexual (2:22).

Rut y Boaz
La transición que va del vacío a la plenitud comienza en el capítulo 2 y continua en el capítulo 3, donde Naomi convierte la amenaza de molestias sexuales en una estrategia basada en el potencial sexual de las situación. Nanomi instruye a Rut para que se bañe, se perfume y se ponga las mejores ropas, y vaya al trilladero de Boaz en plena noche. Hay un riesgo incuestionable –una joven sola yendo al trilladero de noche, donde los hombres duermen guardando la cosecha, probablemente después de haber bebido. Tanto los consejos de Naomi como las acciones de Rut están llenas de doble sentido. Las instrucciones de Naomi son:
“… irás a la era; mas no te darás a conocer (el que una mujer y un hombre “se conozcan” en la Biblia Hebrea puede significar tener relaciones sexuales; Gen. 4:1, 17, 25; 1 Sam. 1:19; 1 Reyes 1:4) al varón (o sea, Boaz) hasta que él haya acabado de comer y beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies (“los pies” es usado algunas veces como eufemismo referente a los genitales masculinos; ver Ex. 4:25; Is. 6:2; 7:20) y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer (3:3-4)”.

Los actos de Rut son:
“…. Y cuando Boaz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir ….Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó. Y aconteció que a la media noche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Entonces él dijo: Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano (3:7-9)”.

Comentando estos dobles sentidos, Campbell (1975:131) cree que es simplemente incomprensible que un narrador Hebreo use las palabras “descubrir”, “capa”, y un nombre para “piernas” (pies en otras traducciones) que es un eufemismos para pene, y no dar a entender a su audiencia que tienen enfrente un conjunto de circunstancias provocativas.

Se puede añadir que al lector Hebreo, especialmente por el hecho que Rut es de Moab, le es recordada la estrategia de las hijas de Lot, que emborracharon a su padre para tener con él relaciones sexuales. Por qué Naomi tuvo que recurrir a una estratagema sexual? El hecho que Rut fuera Moabita era una enorme barrera para el posible casamiento de Rut y Boaz. Hay que tener en cuenta que el texto siempre la nombra como “la Moabita”. Con esto en mente, Naomi entendía que las convenciones sociales no permitiría a un pilar de la comunidad como Boaz se casase con una mujer Moabita, al menos que lo hiciese bajo alguna clase de confidencialidad o compulsión. Así, Naomi eligió seguir la estrategia compulsiva.

En cuanto los sexuales tonos nocturnos son expuestos a la luz del día, Boaz ha de enfrentarse a la realidad social. Tanto su estatus en la comunidad como la reputación de Rut, estarían en peligro si Rut era vista yaciendo con él en el trilladero (3:14). Por lo tanto, antes que la luz del día los dejase expuestos a ambos, Boaz responde a lo que era una situación ambigua. Habían tenido relaciones sexuales él y Rut? Si es así, qué tal si estaba embarazada? Quizás al mandarla salir antes de la luz del día permitiera fuese reconocida, Boaz deseaba guardar su reputación y la de Rut. Quizás no quería que conociesen esta relación el otro familiar Elimelec, de manara que sus motivos respecto a Rut apareciesen totalmente legítimos. Boaz, le recuerda a Rut algo que ella ya sabe, que era un familiar de su suegro ya fallecido. También le dice que estaba preparado para aceptar la responsabilidad de actuar como rescatador. Boaz admite que hay alguien que puede ser un obstáculo para su propósito de rescatar a Rut –un hombre que pertenecía a una rama más cercana que la suya en el árbol familiar, Elimelec. Rut se dirigió a Boaz como “el que tenía derecho a rescatarla” o “el pariente más cercano” (3:9). Lo que Rut implicaba con este término no está claro. Quizás el narrador quería que el lector pensase que ella sabía acerca de la redención o rescate de la propiedad en tanto que institución Israelita, mediante la cual un familiar podía prevenir que la propiedad pasase fuera del linaje de un hombre que había muerto sin descendencia masculina (Lev. 25 y 27). Quizás Rut también conocía la ley del casamiento levirato (Deut. 25:5-10), que estipulaba que el hermano de un hombre que había muerto sin un heredero se suponía habría de casarse con la esposa de su hermano fallecido. El reconocimiento de Boaz a cargo de Rut como “pariente más próximo” no conlleva el conocimiento de esas dos instituciones legales que no están necesariamente conectadas. La respuesta de Boaz tiene sentido sólo si no hay conexión implícita entre las obligaciones respectivas de redentor y casamiento levirato.

En el capítulo 4 del libro de Rut, encontramos finalmente el vacío transformado en plenitud. Este capítulo comienza con Boaz convocando una especie de “tribunal municipal” al aire libre a la entrada de la ciudad, un grupo de diez hombres (quizás un “quórum”) que podría servir como testigos e una transación legal. Boaz enfrenta al otro, familiar no nombrado de Elimelec. Después de informale que Naomi intentaba vender un trozo de terreno que pertenecía a Elimelec, y que él (el familiar no nombrado) tenía el derecho de rescatarlo, Boaz le pregunta si quería actuar como redentor. El familiar no nombrado contesta sin hesitar: “Lo redimiré” (4:4). Lo que Boaz dice a continuación (4:5) depende de cómo uno lea el texto Hebreo. La versión de los Setenta y la Vulgata traducen un cambio del texto Hebreo propuesto por los escribas que le da esta forma a la respuesta de Boaz:

“El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión.”

Esto significa que Rut y la tierra eran un “trato único” para el familiar no nombrado. “El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, Yo también compraré a Rut la Moabita, la viuda del fallecido, en orden a establecer el nombre del fallecido sobre su heredad”

Dicha situación mantiene la distinción importante entre las leyes de redención y el casamiento levirato. También ofrece un requerimiento lógico que contribuye a la trama de la historia. Uno queda sorprendido cuando el otro familiar se retira del trato, un trato que parecía bueno –un trozo de tierra, quizás a precio de rebaja, y una esposa. Pero la sorpresa es Boaz cuando anuncia que él (no el otro familiar) “adquirirá” o se casará con Rut. El familiar sabía que si Boaz se casaba con Rut y tenía un hijo, este hijo sería el heredero legal de la tierra que él, el familiar, estaba a punto de comprar. No tenía sentido, pues, gastarse un dinero en un trozo de tierra que podía revertir en alguien diferente. Este giro en la trama sólo funciona si no hay conexión necesaria entre las dos instituciones legales la del rescate y la del casamiento levirato. La solución de Boaz estaba cuidadosamente basada en términos socialmente aceptables, en términos que los hombres a la entrada de la ciudad, representantes de un patriarcado, podía comprender y apreciar –estableciendo el nombre del hombre fallecido sobre su heredad, más bien que en términos de ayudar a una pobre viuda. La reputación de Boaz en la comunidad no quedaría manchada por lo que proponía. Aquí tenemos un hombre preparado a actuar generosamente a favor del nombre de otro hombre, mediante acordar casarse con una mujer Moabita!

Habiendo eliminado cualquier amenaza a las preocupaciones masculinas acerca de lo socialmente correcto y la herencia de la propiedad, el narrador vuelve de nuevo la atención a Rut y Naomi. Yahvé dio a Rut un hijo varón (4:13), un evento descrito de la siguiente manera por las mujeres del pueblo: “Pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos” (4:15) ha dado a luz a un hijo, cuyo nacimiento es descrito con las palabras “Le ha nacido un hijo a Noemí” (4:17). El vacío de Noemí al final de capítulo I es ahora transformado en plenitud en cuanto deviene la niñera del hijo de Rut, uno que promete ser “un restaurador de la vida y sustentador de …. La vejez” (4:15). Mientras que la restauración de Noemí es descrita en términos de una sociedad patriarcal, el lector sabe que debe esta transformación del vacío a la plenitud a Rut, una mujer cuya lealtad hacia otra mujer desafió los valores masculinos que impregnaban tanto el relato y la visión del mundo de Naomí.

Calamidad que viene del dios del patriarcado que rápidamente ella ha proclamado. Generosidad de la parte de un hombre hacendado que ella pronto alaba. Gracia que le llega debido a una mujer extranjera están quizás más allá de su comprensión. No hay que extrañarse que ante el mensaje “tu nuera que te ama es mejor que siete hijos,” su respuesta es silencio.

Boaz, el familiar no nombrado, y Naomí están todos “salvos”. Qué tal Rut? Rut, una extranjera cuyas convicciones religiosas son sólo insinuadas en (“Tu Dios será mi Dios”, 1:16), es el agente de Yahvé, cuya única aparición directa en la historia es en 4:13: “Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo”. En la conclusión de la historia, Rut, el agente mediante el cual la fe completa en un Dios escondido es realizada para otros, es asimilada en una genealogía, un instrumento de una sociedad patrilineal. Tiene un descendiente varón noble –nada menos que el Rey David. Es recordada en el Nuevo Testamento en la versión de Mateo de la genealogía de Jesús (Mat. 1:3-6), pero no en Lucas. A parte de esos anuncios genealógicos, no obstante, desaparecen en la oscuridad bíblica, siendo mencionada en ninguna parte de todas las Escrituras Hebreas, libros apócrifos/deuterocanónigos, o el Nuevo Testamento. A parte de la falta de reconocimiento fuera del libro que lleva su nombre, podemos esperar quizás que algunos lectores antiguos (y posiblemente muchos más lectores modernos) han visto a Rut como una mujer de gran fortaleza y determinación, una redentora y liberadora por derecho, parte del lado inferior, a menudo historia Israelita no relatada, donde la mitad femenina de la humanidad realizó su parte en el drama del encuentro divino-humano.

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